lunes, 21 de agosto de 2017

jueves, 11 de mayo de 2017

El Paseo de Jane - Donostia

El Paseo de Jane en nuestra versión donostiarra es una de las iniciativas más interesantes para conocer nuestra querida ciudad. Este año ha tocado el barrio de Gros y con una continuación a modo de charla e en el Kultur Etxe de Okendo.





Disfrutamos de sus secretos y después de comer en el Tedone visitamos por la tarde la galería Arteko que presenta un ciclo más que interesante: 2017 VISIONES DE DONOSTIA
Podemos ver obras muy sugerentes sobre San Sebastián de Nori Ushijima, Osvaldo Sabene o Santiago Font entre otros.

 

viernes, 21 de abril de 2017

Bares para turistas.... y autóctonos

Jueves de Semana Santa. 20:00 h. aproximadamente. Capricho de comer un bocata o una buena ración de jamón serrano. Llevaba toda la semana escuchando en la radio un anuncio de nuevo bar en la Parte Vieja donostiarra especializado en ibéricos de cuyo nombre no quiero acordarme. Allá vamos.

Donosti petado ya de visitantes a esas alturas de las vacaciones. Nos atienden con sonrisa y actitud superactiva para que pidamos. Sonrisa de oreja a oreja y el "kaixo" de protocolo turístico...
Pregunto:
- "¿Bocata de jamón?"
- "Los de la barra" (observo en un plato bollitos de pan tipo pintxo de lo más común, por no decir nada peor)
Pido la carta de pintxos. Mientras tanto, ante la sutil (e incómoda) situación de insistencia que percibo, también un par de bebidas.
Tan pronto suelta la mano del vaso la camarera nos recita el precio de ambas. De nuevo mirada sutil e insistente. Sí, quiere que paguemos ya. Nota: el bar todavía no estaba muy lleno, más bien el aforo era bastante cómodo.
Le digo que vamos a pedir un par de croquetas de la carta.
Corrientes sin más. Diría mediocres. Pagamos previamente para evitar la inquisición hostelera. No quiero recordar ni cuanto ni me importa. Estoy seguro que no lo valía.

BAR PARA TURISTAS
Este sería el prototipo que poco a poco se está infiltrando y conquistando la Parte Vieja. Decoración moderno-tradicional, artificiosa. Barra plagada un par de alturas de pintxos multicolor y minioriginalidad (no valoraré la calidad). Pantallas registradoras varias colgando del techo o a lo largo de la barra, para que los camareros/as uniformados y con sus pulseritas registren eficientemente los pintxos que supervisan estás incorporando al plato que previamente te han dado. Algunos llevan incluso pinganillo para la comunicación con cocina y que la cadena de suministro alimentario no demore un segundo. Servicio modo industrial. Es un Mc Donalds del pintxo. Un mercadillo de la banderilla. Un DisneyWorld de la "cocina" en miniatura. Sucursales más o menos similares que podrían estar ubicadas aquí en Donosti, en Madrid, en Barcelona o en Tokyo. Nada las distinguiría.

Salimos pitando. Nos vamos al bar de enfrente, La Cepa. La Viña también hubiera sido una buena elección. Nos comemos un digno bocata de jamón. Ahora ya sí el bar lleno. En el tranquilo tiempo que nos tomamos el bocata y un par de rondas de bebida, presencio un par de minidiscusiones del camarero con clientes. Él tenía razón, pero aguanta y cede. Pagamos cuando pedimos la cuenta. Sin prisa. Decimos lo que hemos consumido. Sutilmente él contrasta con lo que tiene apuntado y confirma. El tradicional y noble pacto donostiarra entre cliente y camarero. Si uno de los dos se hubiera equivocado no hay problema, se dice y se corrige, porque ambos sabemos que ha sido por error involuntario. La mala fe nos sobra a ambos.

BAR QUE TRABAJA CON TURISTAS... Y CON AUTÓCTONOS
Éste sería el típico bar donostiarra de pintxos y alterne. Aunque en días como éste se llene de foráneos con quienes también, por supuesto y deseando, trabaja. Su comida y sus pintxos son auténticamente tradicionales porque lleva años haciéndolos igual. Así como su decoración. Te guste más o menos.
No te darán un plato para pintxos al menos que se lo pidas y nunca te pedirán el dinero por adelantado. Si quieres irte sin pagar lo sabrán, porque como buenos profesionales controlan a su clientela, pero no se comportan descaradamente como vigilante en torre.

Con el aumento masivo de turismo que está experimentando la ciudad nos surgen miedos sobre la pérdida de identidad e incluso calidad de vida social para los donostiarras. Yo opino que puede aprovecharse la oportunidad planificando de manera sostenible este crecimiento. A mi en particular me gusta mucho el turismo y no me asusta tanto la creación de nuevos hoteles, por poner un ejemplo, como la proliferación de este tipo de bares y negocios impersonales, especie de franquicias de souvenirs genéricos, culinarios o de cualquier otro tipo. No termino de ver el beneficio que puede tener más haya del corto plazo. A fin de cuentas el atractivo para el turismo de un lugar es su personalidad, su carácter propio. Los principales embajadores y aliciente son las gentes que lo habitan a diario, el ambiente local. Yo no quiero ir a bares que terminan convirténdose en guetos para turistas. Intento no frecuentar este tipo de negocios, no al menos en la Parte Vieja donostiarra y no me gustaría verla convertida en un parque de atracciones seudoculinario y ajeno al propio espíritu de la ciudad.

domingo, 2 de abril de 2017

"tres momentos" - Shandra Martínez en Tabakalera

No perderse la expo de Shandra Martínez en Tabakalera espacio Kutxa.

En particular sus obras que plasman imágenes Donostiarras transmiten una sensación contemplativa muy sugerente.








"....“tres momentos”, ..... Un trabajo personal y cuidado en el que se entremezclan diferentes técnicas, soportes y tamaños para contarnos historias llenas de luz, sombras, líneas y colores planos.... momentos que despiertan emociones y que invitan al espectador a un viaje, donde la curiosidad y el paso del tiempo son la clave. ....."

sábado, 25 de febrero de 2017

Carnaval Tradicional Donostiarra

Aunque el Carnaval Donostiarra ha pasado por sus más y sus menos, yo le encuentro su encanto sobre todo en las comparsas tradicionales: el Carnaval Tradicional Donostiarra (ver aquí). Son las comparsas históricas, que tienen sus canciones, desfile y vestido propio todos los años, al igual que la Tamborrada, los Caldereros ó Inude eta Artzaiak.

En especial me gusta la Comparsa de Jardineros, con su aire clásico y elegante.


Además de las de Percebes, Gallos,.. Sin olvidar a Los Bebés de la Bulla. Estos sí cambian de traje cada año. Qué humor.










"Las primeras referencias al Carnaval de San Sebastián son de 1814. En aquella época se formaba con grupos de estudiantes, amigos y gremios de artesanos y contaba con melodías y letras propias compuestas por Sarriegui y Etxagarai entre otros

En 1882 el carnaval inició una nueva andadura con cambios significativos en su organización. Sin embargo, no es hasta 1900 cuando esta fiesta comienza a dejar dejó un recuerdo imborrable por su espectacularidad, siendo incluso comparados con los Carnavales de Venecia. En este mismo año Raimundo Sarriegi compuso dos obras para el Carnaval: "Mariscos en tierra" y "Lamentos de un chipirón".

La fiesta continuó con altibajos hasta que en 1924 se decretó la prohibición del juego, se suprimió la tolerancia existente para la celebración del Carnaval en las calles y se restringió a fiestas de carácter privado.

En 1978 el Centro de Atracción y Turismo comenzó a recuperar la tradición del carnaval, contando para ello con la ayuda de sociedades populares y grupos de tiempo libre. Desde entonces, el dios Momo es el principal personaje y su llegada despierta el júbilo de miles de personas que bailan al ritmo de charangas y comparsas." (fuente: Donostia Kultura)